Fundación Málaga, en su labor de defensa del patrimonio, financió los trabajos de restauración de la pintura del Teatro Cervantes: ‘Alegoría de Málaga con su Puerto, Estación de Ferrocarril, la Agricultura, Industria y Comercio’, gran lienzo de 16,5 x 9 m. (148,5 metros cuadrados) creado por el pintor Bernardo Ferrándiz en 1870, que ascienden a un total de 175.043,64 euros.

El 17 de marzo de 2004, la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico de Málaga, en sesión ordinaria, dio el visto bueno al proyecto de restauración de la pintura del techo del patio de butacas del Teatro Cervantes, lo que permitió que la primera fase se desarrollase durante ese verano, quedando la actuación prevista desde el 30 de julio al 14 de septiembre. La segunda etapa de restauración se efectuó en el verano del año 2005.

La empresa responsable de desarrollar los trabajos, ‘Tekne, Conservación y Restauración’, fue elegida por la Fundación Pública Teatro Municipal Miguel de Cervantes en una Mesa de Contratación celebrada el 23 de septiembre de 2003.

Esta actuación eliminó los distintos daños que los factores medioambientales, químicos, físicos, biológicos y humanos habían producido en esta obra consiguiendo devolver su integridad a este lienzo, contribuyendo a enriquecer las cualidades histórico-artísticas de este edificio declarado Bien de Interés Cultural.

Este óleo sobre lienzo fue realizado por Bernardo Ferrándiz entre mayo y septiembre de 1870. Para su ejecución contó con la colaboración de discípulos suyos, entre los que se encontraban Carreto, Matarredonda, Barco y Pérez. A esta obra precedió un boceto, de 1,70 x 1,90 m., integrado en los fondos del Museo Provincial de Bellas Artes, en cuya realización intervino otro pintor destacado en la Málaga del siglo XIX, Antonio Muñoz Degrain.

‘Alegoría de Málaga con su Puerto, estación de Ferrocarril y la Agricultura, Industria y Comercio’ tenía el cometido de plasmar el auge económico, social y cultural que experimentaba la Málaga del siglo XIX, siendo su propio promotor, el Teatro Cervantes expresión de dicho esplendor. Además, la elección de un pintor nacido fuera de Málaga, y por ello, representante de las propuestas pictóricas más modernas o “vanguardistas”, venía a realzar ese objetivo.

Esta obra y su autor ejemplifican el grado de importancia que alcanzó el arte pictórico en la Málaga del siglo XIX, preferentemente en su segunda mitad, en la que junto a destacadas figuras nacidas en nuestra ciudad, se sumaron otras venidas de distintos puntos de España, que encontraron en el ámbito malacitano el lugar en el que desarrollar su quehacer artístico, legándonos destacadas muestras de ello, como es el caso de Bernardo Ferrándiz y su “Alegoría de Málaga”.