Fundación Málaga inaugura la exposición ‘Soledad Fernández. Homenaje a Van der Weyden’
Málaga, 15 octubre, 2021
La muestra nace de la admiración de la artista plástica por el cuadro ‘El Descendimiento de la Cruz’ del pintor belga, que reinterpreta en su obra ‘Homenaje’
Fundación Málaga y la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) han inaugurado este viernes la exposición ‘Soledad Fernández. Homenaje a Van der Weyden’, una muestra en la que la artista plástica Soledad Fernández se aproxima a la espiritualidad de la obra del pintor flamenco. La muestra puede visitarse de forma gratuita hasta el 30 de noviembre en horario de 7:30 a 19:00 horas de lunes a jueves; y viernes de 7:30 a 15:00 horas.
La presentación ha tenido lugar este martes en la sala de exposiciones de la UNIA. Al acto han asistido Juan Cobalea, presidente de Fundación Málaga; Salvador Javier Molina Ruiz, director de secretariado de UNIA, Soledad Fernández, artista protagonista de la muestra; Antonio Abad, crítico de arte y miembro de AICA (International Association of Art Critics) y Aurora Gámez Enríquez, presidenta Grupo ALAS (Autoras por la Literatura y las Artes).
La exposición nace de la admiración de Soledad Fernández por el cuadro ‘El Descendimiento de la Cruz’, del pintor Rogier Van der Weyden, obra que alberga el Museo del Prado. Las obras muestran a los personajes como si de una escena teatral se tratara, plasmados con un dibujo y una técnica impecable: Cristo es bajado de la cruz, recibido por los brazos de José de Arimatea, Nicodemo, La Virgen María y el apóstol Juan. Estos encarnados por su hijo, su hermana, su marido o ella misma, personajes tan conocidos, cercanos y familiares para Soledad.
La obra central de la exposición presenta el óleo ‘Homenaje’ junto a los dibujos y bocetos preparatorios en los que se destacan esos rostros y primeros planos que se adentran en la tragedia y el dolor revelando el padecimiento, el sentimiento desgarrador ante un accidente laboral cotidiano, pero siempre desde la absoluta dignidad de los personajes y siendo fiel a su estilo vocacional del realismo en esta ocasión focalizado en el cuerpo humano, con la máxima sensibilidad y exigencia que entraña, y al mismo tiempo suscita.
En esta obra, la artista manifiesta el dolor y el sufrimiento de unos familiares y compañeros ante una víctima joven como consecuencia de un accidente de trabajo, enmarcando el suceso con un fondo de edificios modernos, impasibles y en penumbras, cómplices enmudecidos –tal vez– de tan manifiesta tragedia. Todo ello inspirada en ‘El Descendimiento de la Cruz’ de Van der Weyden. “Lo he trasladado a esta época y a mi circunstancia de pintora realista, pero queriendo expresar la compasión y el dolor que después de cinco siglos me transmite la obra de Van der Weyden, inspirándome en la estética del sufrimiento, cambiando el concepto religioso (el cual no se puede significar mejor que lo hizo él) por otro de fuerte contenido social”, explica la artista. Asimismo, añade: “He deseado con esta obra y desde las tesis del maestro flamenco trasladar a nuestros días otra visión de ese drama permanente de la condición humana, como es la existencia del dolor”.
Soledad Fernández
Soledad Fernández nace en Madrid. En el año 1949 se traslada a Collado Villalba (Madrid), donde actualmente reside. En 1960, y durante siete años, estudia en el taller del pintor de la Escuela Sevillana José Gutiérrez Valle. Es, por tanto, una pintora de «taller». Posteriormente sigue dibujando en el Círculo de Bellas Artes de Madrid y asiste a varios concursos de arte actual. En los años 80 visita y estudia arte en París, Londres, Roma y Venecia, adentrándose cada día en las técnicas ya aprendidas en Madrid. Después de varias exposiciones de menor importancia, en 1987 expone en Londres en la Sammer Gallry y posteriormente en Madrid, El Escorial, Barcelona, Palma de Mallorca, Zaragoza, etc. También acude a ferias nacionales e internacionales como la de Washington (EE.UU.), Chicago (EE.UU.), Santander (España), Valencia (España), Miami (EE.UU.), etc.
En el año 1987 se le concede el primer premio de pintura extranjera (ex aequo) XXIX Certamen Internacional «Grolla d’Oro de Treviso», Venecia, y en 1989 obtiene el primer premio del VI Certamen del Premio de Pintura Durán. Sus obras pueden ser contempladas en los siguientes Museos: Musée Quentovic (Le Touquet, Francia), National Museum of Fine Arts (La Valletta, Malta), Cathedral Museum (Medina, Malta), Museo Bayo (Puerto de Santa María, Cádiz – España), Museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (Madrid, España) y Museo de Dibujo «Castillo de Larrós» (Huesca, España).
De su obra han escrito críticos de arte como Santiago Amón, Francisco Prados de la Plaza, Francoise Tempra, José Pérez Guerra, Carlos García Osuna, Santos Torroella, Javier Rubio, Mario Antolín, M. L. Camboy, Tomás Paredes, Antonio Morales, Julia Séenz-Angulo, Rafael Perellá-Paradelo, Agustín Romo, J. Marcaro Pasarius, Héctor López, Ángel Azpeitia, Antonio Lisboa y David Amor, entre otros. Esta pintora madrileña esté considerada por la crítica como una de las mejores pintoras realistas del momento, siendo uno de sus temas favoritos el cuerpo humano, sobre todo el desnudo de mujer siempre envuelto en papeles o telas, lo que le da a la obra una cierta magia y misterio.